El lavado es esencial para la correcta preparación de las superficies antes de los procesos tecnológicos y la posterior calidad y durabilidad de los revestimientos protectores. Las operaciones intermedias producen contaminación en las superficies de las piezas.
La contaminación procedente de operaciones de mecanizado (fresado, torneado, rectificado) es bastante fácil de eliminar: depende de la viscosidad de los aceites y lubricantes con los que se humedecen las piezas de trabajo.
Mucho más difíciles de eliminar son las incrustaciones y diversos tipos de apelmazamiento tras el tratamiento térmico.
En nuestra tecnología de limpieza utilizamos disolventes seguros, no inflamables e inocuos para las personas y el medio ambiente.